Cuando escuchamos “chocolate”, normalmente la primera imagen que nos viene a la cabeza es nuestra barra de chocolate favorita, o tal vez incluso una taza de chocolate caliente en una fría noche de invierno. Es difícil decir exactamente desde cuándo se elabora el chocolate, pero se sugiere que su consumo comenzó hace unos 3.000 años en la antigua civilización olmeca de la Mesoamérica precolombina. Durante la mayor parte de ese tiempo, el chocolate se consumió como bebida hasta convertirse en el producto global producido en masa que disfrutamos hoy.
Los etimólogos vinculan el origen de la palabra "chocolate" con la palabra azteca "xocoatl", que se refiere a una bebida amarga elaborada con granos de cacao. El nombre latino del árbol del cacao, Theobrama cacao , incluso se traduce como "alimento de los dioses". En 2007, los antropólogos encontraron cerámica fechada alrededor del 1400 a. C. con rastros de residuos de chocolate elaborados a partir de pulpa de fruta de cacao fermentada, que se utilizaba para crear chocolate para beber. A menudo se mezclaba con agua, chile, miel y, a veces, fruta para ceremonias especiales. Los granos de cacao se consideraban sagrados y lo suficientemente valiosos como para usarse como moneda.
Se dice que Moctezuma II recibió a los exploradores españoles bebiendo chocolate, que era demasiado amargo para el sabor extranjero hasta que se le añadió miel o azúcar de caña. Poco después, causó furor en España y fue venerado en toda la Europa del siglo XVII por sus supuestas propiedades medicinales y nutritivas. Siguió siendo un lujo para los ricos hasta que la producción en masa fue posible gracias al transporte a vapor a finales del siglo XIX.
Un químico holandés hizo chocolate más barato eliminando la mitad de su manteca de cacao natural y pulverizando los restos para crear un cacao en polvo, que sería pionero en el chocolate sólido tal como lo conocemos. En 1847, Joseph Fry añadió manteca de cacao derretida al polvo para crear una pasta de chocolate que podía moldearse en cualquier forma: barras, conejitos, osos y más. Cadbury de Gran Bretaña y Nestlé de Suiza pronto les seguirían como importantes empresas chocolateras.
Si bien hoy en día la mayoría de nosotros no aceptaríamos chocolate como complemento a nuestro sueldo, a los soldados de la Guerra Revolucionaria se les ofrecieron raciones de chocolate en lugar de salarios. El humilde grano de cacao sigue siendo una potencia económica: su industria manufacturera está valorada en más de 4 mil millones de dólares sólo en Estados Unidos. Si bien el chocolate está disponible en una amplia gama de delicias, en los últimos tiempos se ha producido una revolución en la que los consumidores exigen opciones sostenibles y de alta calidad. Las grandes corporaciones escuchan y amplían sus líneas de productos para incluir chocolates artesanales de primera calidad. Esto también abre la puerta a que los chocolateros más pequeños e independientes experimenten un mayor éxito.
Entonces, la próxima vez que desenvuelvas tu barra de chocolate Sugar Plum favorita, considera el largo camino que ha recorrido el poderoso grano de cacao para hacer que tus días festivos y celebraciones sean mucho más dulces.
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